Santiago, Elena
TEXTO 1:
Amparó septiembre un otoño de sol adormecido. Comenzaba a bajar por el monte un murmullo que crujía seco. Sin prisa las hojas, sin prisa los amarillos. Los membrillos en la parte de atrás de la casa robaban lo dorado. Y en el mar irradiaban otros amarillos cegados, como si el otoño también se consumara en el agua. (36).
TEXTO 2:
Se abrían paso la lluvia y la melancolía. Anubarrada la calle y la casa ensombrecida hasta hacerse oscuridad, escondiendo un poco la mesa y las sillas, la cómoda de Mae y su jarrón lleno de flores del monte. Afuera, revueltos agua y aire y la bruma subida del mar mientras estrecho se tornaba el pueblo ablandado y goterón, encerrado en un bulto nebuloso de formas engañosas. Y vago. Que se encerraban sus gentes en casa, sin pasos para aquel día de agua. (14).
TEXTO 3:
Vender la casa sería vender el sonido del faro, la niña abriendo nieblas y días con las manos, el murmullo de castaños, los acantilados abiertos, los caminos anchos o las trochas entre el arbolado. (176).